Mucho se oye hablar de la osteopatía pero no todo el mundo sabe qué es y para qué es. La osteopatía es una terapia que busca el funcionamiento óptimo de todos los tejidos y órganos apoyándose en leyes fisiológicas, neurológicas y biomecánicas que unen el cuerpo en su entidad anatómica. La idea es actuar sobre la causa en vez de sobre el síntoma. Dicho de otra forma, el osteópata busca el origen del problema de una forma global para que la cura sea total en vez de centrarse en el lugar en el que se manifiesta el síntoma. Pero esto es solo la punta del iceberg.

¿Qué es la osteopatía?

En la osteopatía se utilizan exclusivamente técnicas manuales para tratar al paciente. Puede parecer que su tratamiento es muy parecido al de un fisioterapeuta, pero la diferencia está en que este último puede utilizar máquinas también. A través de esta técnica manual, el osteópata observa y busca en el cuerpo el origen del problema con una visión totalmente global. Es decir, no se centra solo en el lugar donde aparecen los síntomas porque el daño puede estar en cualquier otra parte del cuerpo. En otras palabras, busca la raíz del problema que altera el funcionamiento del organismo. Además, uno de los objetivos de la osteopatía es prevenir lesiones en vez de curarlas detectando problemas o un mal funcionamiento en el organismo.

En España la osteopatía no está incluida en el Código de la Sanidad Pública ni en el Código de la Seguridad Social porque es una práctica terapéutica considerada medicina alternativa.

El osteópata usa solo las manos

¿Para qué sirve la osteopatía?

La osteopatía está indicada en casos de trastorno en aparato locomotor, que incluiría dolores musculares o en tendones, contracturas y problemas en ligamentos, articulaciones o huesos. También puede ser útil para tratar otros trastornos como el respiratorio, que incluye gripes, tos, resfriados, sinusitis o bronquitis; digestivos, como hernia de hiato, estreñimiento, gases, ardores o síndrome de intestino irritable; génito-urinarios, como dolor menstrual o incontinencia; pediátricos, como cólicos, insomnio o hiperactividad; y psicológicos, como estrés, ansiedad, migrañas, mareos o dolores tensionales.

¿Cómo ayuda la osteopatía en estos casos?

Ante cualquiera de los problemas anteriores, el osteópata aplicara una u otra técnica dependiendo de la zona afectada. Hay tres tipos de técnicas, la osteopatía estructural, la visceral y la craneal.

Osteopatía para tratar enfermedades

Osteopatía estructural

Esta técnica se utiliza para tratar problemas del aparato locomotor. Para conseguirlo se hace un estudio de los tres pilares básicos del movimiento corporal: huesos, músculos y articulaciones. Una vez analizado, se buscan posibles alteraciones con el fin de corregirlas.

Osteopatía visceral

En este caso la técnica se centra en la movilidad y funcionalidad de las vísceras y órganos vitales: estómago, páncreas, aparato urogenital, aparato reproductor… Para reparar un problema se observa detenidamente su función y comportamiento para poder corregir sus posibles anomalías.

Osteopatía craneal

Esta técnica está enfocada al conocimiento de la estructura ósea del cráneo y su relación con el sistema nervioso central. Con esta técnica se favorece la movilidad del líquido cefaloraquídeo para corregir problemas de tensión, traumatismos, contracturas o posturas que podrían afectar a los nervios craneales u otros tejidos y provocar mareos, migrañas, alteraciones de visión u oído, trastornos digestivos…

La osteopatía, pese a no ser reconocida oficialmente como medicina, no es peligrosa siempre y cuando sea un experto y profesional el que se encargue de ello. Nuestra recomendación es ponerse siempre en manos de una persona o clínica que dé confianza y sea experta en la materia. En estos casos nunca hay que dejarse llevar por los precios o la palabrería, sino por las opiniones de otros pacientes y la comodidad y profesionalidad que transmita. En la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía de Ávila te damos todo eso y mucho más.